La canela es una especia popular conocida por su aroma y sabor distintivos, pero también tiene beneficios para la salud que van más allá de su uso culinario. Estudios científicos, como los publicados en la revista «Diabetes Care», han demostrado que la canela puede ayudar a mejorar la sensibilidad a la insulina y reducir los niveles de azúcar en sangre en personas con diabetes tipo dos.
Los compuestos activos en la canela pueden imitar los efectos de la insulina, facilitando la absorción de glucosa en las células y reduciendo la resistencia a la insulina. Se recomienda agregar canela a la dieta de forma regular, pero siempre en cantidades moderadas y como parte de una alimentación equilibrada.
Existe diferencias significativas entre las diversas variedades de canela en términos de origen, sabor y composición química. Dos de las variedades más comunes son la canela de Ceilán y la canela cassia, cada una con sus propias características distintivas.
La canela de Ceilán, también conocida como «verdadera canela», se cultiva principalmente en Sri Lanka, Madagascar y las Seychelles. Tiene un sabor suave y dulce, y se considera de alta calidad. La canela cassia, por otro lado, es más común y se cultiva principalmente en China, Indonesia y Vietnam. Tiene un sabor más intenso y picante en comparación con la canela de Ceilán.
En cuanto a la composición química, tanto la canela de Ceilán como la canela cassia contienen un compuesto llamado cumarina, que puede tener propiedades anticoagulantes en dosis elevadas. Sin embargo, la cantidad de cumarina en la canela cassia es significativamente mayor que en la canela de Ceilán. El consumo excesivo de cumarina puede ser perjudicial para la salud, ya que puede aumentar el riesgo de sangrado y daño hepático.
En general, se considera que la canela cassia es más peligrosa en términos de contenido de cumarina, especialmente si se consume en grandes cantidades de forma regular. Por otro lado, la canela de Ceilán se considera más segura debido a su menor contenido de cumarina. Se recomienda limitar el consumo de canela cassia y optar preferiblemente por la canela de Ceilán, especialmente para aquellas personas que consumen cantidades significativas de canela regularmente.
En términos de dosis seguras, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha establecido un límite de ingesta tolerable de 0,1 mg de cumarina por kilogramo de peso corporal por día. Esto significa que una persona que pesa 70 kg no debe consumir más de 7 mg de cumarina al día. Dado que la cantidad de cumarina puede variar entre las diferentes variedades de canela, es importante ser consciente del tipo de canela que se consume y moderar su ingesta en consecuencia.